Seguramente has escuchado que lo más difícil de ser jefe es poder manejar adecuadamente el personal de la empresa. Pues bien, todas las personas son diferentes; algunas tienen temperamento fuerte, mientras que otras son menos explosivas frente a ciertas circunstancias; así mismo, los métodos de trabajo varían en las personas.
Así que acá te agrupamos los tipos de personalidades que debes tener en cuenta en las contrataciones y de cuáles debes huir.
¡A estos, diles ‘SÍ!
El que está en las buenas y en las malas: Es aquel que quiere estar en tu marca y se preocupa por ella. Su capacidad de sociabilidad permite atraer nuevos negocios o clientes.

El servicial: Esta personalidad es aquella que está al tanto de la atención al cliente. Es la persona que ve desde afuera y se asegura de proponer ideas nuevas que promuevan la mejora del desarrollo de la empresa.

¿Toma decisiones? ¡Sí!: Es necesario que esa persona tome decisiones por sí solo. Es decir, en momento de crisis debe saber llevar la situación y tomar la mejor decisión para tu marca.

Y… ¡Huye de estos!
¿Criticón? ¡Adiós!: Una cosa es que comente sobre cosas buenas o malas, pero otra es que, a través de sus comentarios irrespeten, degraden a sus compañeros de trabajo o a la empresa.

Un día está bien, otro día… ¡No sabemos!: Éste es aquel que no sabe controlar sus emociones. Pues un día puede estar feliz, pero el día en que está ‘de malas pulgas’, seguramente se quejará todo el tiempo y lo demostrará a través de sus miradas y comportamientos.

¡El que todo ‘lo sabe’! Este tipo de trabajados normalmente es arrogante y tiene poca nobleza. Cree que siempre tiene la razón y piensa que ya no tiene nada que aprender.

De pronto ya has conocido alguna de estas últimas personalidades, pero antes de tomar una decisión, debes calmarte y dejar el estrés a un lado para poder tener el mejor ambiente laboral con tus empleados.
¡Pero ya que conoces cuáles son los ideales para tu empresa, empieza a seleccionar muy bien tu personal!
Autor: Camila Molina